José Guadalupe Posada
Grabado sobre hoja volante - 23.5 x 16 cm - s.XIX(En la imagen superior, detalle).
Después de aprender a leer y escribir con su hermano José Cirilo, Posada ingresó a la Academia Municipal de Dibujo de Aguascalientes. Posteriormente, en 1868, entró como aprendiz en el taller litográfico de Trinidad Pedroza. Algunas de sus primeras caricaturas de crítica política fueron publicados en El Jicote, periódico de oposición al gobierno de Jesús Gómez Portugal. Comenzó su carrera haciendo dibujos, copiando imágenes religiosas y como ayudante de un taller de cerámica. En 1872, Posada y Pedroza deciden instalarse en León, Guanajuato, donde ambos se dedicaron a la litografía comercial. En León, Posada abrió su propio taller y posteriormente trabajó como profesor de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria, asimismo, realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros. En esa misma ciudad contrajo matrimonio con María de Jesús Vela en 1875. Al año siguiente le compró la imprenta a Trinidad Pedroza. De 1875 a 1888 continuó colaborando para varios periódicos de León, entre ellos La Gacetilla, El Pueblo Caótico y La Educación. Debido a la inundación de León ocurrida el 18 de junio de 1888, y a invitación de Ireneo Paz, abuelo del poeta, Premio Nobel, Octavio Paz, se trasladó a la Ciudad de México. En la revista La Patria Ilustrada, dirigida por Arturo Paz, publicó varias litografías que representan la tragedia en la cual se hallaron más de doscientos cincuenta cadáveres y se reportaron más de mil cuatrocientas personas desaparecidas. A finales de 1888 se trasladó a la Ciudad de México, en donde aprendió el oficio de técnicas de grabado en plomo y zinc. Colaboró para el periódico La Patria Ilustrada y la Revista de México hasta los primeros meses de 1888.7 Comenzó a realizar trabajos con Antonio Vanegas Arroyo, se ha afirmado que trabajaba como su empleado, pero ello no es real, se muestra en la misma fotografía que se conoce a la entrada de su taller, donde se anuncian sus actividades. Fueron muchos y muy variados los talleres, imprentas y periódicos en los que trabajó Posada: La Juventud Literaria, de la Revista de México, La Patria Ilustrada y El padre Cobos; Más adelante se integró al grupo de periódicos de Francisco Montes de Oca: El Gil Blas, EL Popular, Argos, El Chisme. Posada emprendió un trabajo que le valió la aceptación y admiración popular, por su sentido del humor, propensión a lo dramático y calidad plástica. En su obra, amplia y variada, Posada retrató las creencias y formas de vida cotidiana de los grupos populares, criticando los abusos del gobierno y la explotación del pueblo. Además, ilustró las famosas «calaveras», versos alusivos a la muerte que junto con sus demás ilustraciones, se distribuían en periódicos y hojas sueltas.10 En 1893 colaboró de manera irregular para el periódico Gil Blas el cual estaba dirigido a la clase pobre del pueblo y de tintes antiporfiristas. Pese a su obra variada y popular el grabador no fue tan reconocido como otros artistas contemporáneos. Fue hasta su muerte que comenzó la valoración de su estética como verdadero arte popular, y específicamente gracias al reconocimiento de Diego Rivera, quién le dio gran difusión a su obra.
Fuente: wikipedia.